La leyenda del Hilo Invisible

Existe una creencia tradicional en Asia Oriental, presente en la mitología China y Japonesa, que cuenta que las personas predestinadas a conocerse se encuentran unidas por un hilo rojo invisible atado al dedo meñique. Este hilo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancia. Se puede tensar, estirar o contraer, pero nunca se romperá.

Esta leyenda surge cuando se descubre que la arteria ulnar conecta el corazón con el dedo meñique. Al estar unidos por esa arteria se comenzó a decir que los hilos rojos del destino unían los meñiques con los corazones.

Una de las numerosas leyendas sobre este hilo del destino cuenta que un anciano que vive en la luna sale cada noche y busca entre las almas aquellas que están predestinadas a unirse en la tierra. Cuando las encuentra las ata con un hilo rojo para que no se pierdan.