Cuando somos muy pequeños tenemos un superpoder que solo algunos afortunados, los «sinestésicos», conservan cuando son adultos: la capacidad de oír colores y ver sonidos.
Nuestro cerebro no se ha organizado todavía; nuestros sentidos permanecen interconectados y podemos llegar a saborear la forma de un objeto con solo tocarlo. Algunos saborean palabras. Vamos…..que lo de Spiderman se queda en «ná».
Luego nos echamos a perder y vamos perdiendo la magia. Como no lo recordamos tampoco lo echamos de menos. Menos mal. Cosas de Mátrix.
Pero a veces, nos llegan destellos de lo que fuimos y la cabra tira al monte. Son esas veces que nos parecen grises los lunes, que algunas canciones nos ponen al rojo vivo y el nombre de algunas personas nos sabe a verano.
Buen lunes, familia!! Os queremos.
«Treinta por ciento de chocolate
ya ha puesto en el coche La Leyenda del Tiempo,
y en su cabeza suena en colores
flotando en el aire
más libre que el viento…»
Chocolate «El hilo invisible»